EL LUJO

En su loca carrera por el beneficio individual la sociedad ha perdido el control de los "diseños" que el comercio ofrece a los consumidores. Por ello han aparecido objetos inverosímiles que han perdido la noción original de la forma y la función. Para vender más ahora los teléfonos sirven para mil cosas: jugar, navegar por internet, tomar y guardar fotos, bajar y tocar música y hasta para hacer llamadas telefónicas. Algunas funciones extra han sido consideradas por los "genios", como aquella que considera el teléfono como un objeto erótico capaz de vibrar y producir placer en las damas. Los mensajes de texto y otras cuantas funciones más son el deleite del público. Pero...¿ porqué estoy hablando de esto?
Hace algunos años, no pocos, el diseño era eminentemente una disciplina para resolver problemas. Si se necesitaba una silla se realizaba un proceso creativo que abarcaba desde una investigación histórica, ergonómica, geográfica y naturalista, hasta la puesta a punto de un objeto terminado que debía ser aceptablemente bello pero, fundamentalmente, útil. Para ello las consideraciones sobre materiales y tecnologías, sobre tallas y anatomía, sobre colores y psicología, etc, eran primordiales. Además, diseñadores muy serios pensaban en las consecuencias ecológicas de sus creaciones: reciclaje, biodegradación, etc largo.
Todo ello pensando en aquel sanbenito de la sostenibilidad. Es decir la cualidad que torna a las cosas viables. Producir sin mayor desperdicio, impactar lo menos posible a la zona de influencia natural del desarrollo de esas cosas o creaciones y sobre todo que en el tiempo esos diseños conserven una validez relativa y sean aprovechables. Todo lo contrario de lo pregonado por el consumismo: toma, chupa, bota y olvídate donde cayó...no vaya a ser que te toque recogerlo. La "civilización" del desperdicio, de la moda, del use y tire. Orínate en el agua, no ves que hay mucha?
Cómo llegamos a este desmadre? Los diseñadores le vendieron su alma al diablo capitalista y sus demonios políticos dementes, los mismos que quebraron al mundo y que andan organizando guerras para vender armas y ataúdes de lujo.
Entonces ya no se piensa en la utilidad de los objetos como razón fundamental de su diseño sino en las utilidades que reportará al dueño de la fábrica que producirá las muñecas de caucho, los dildos electrónicos, el animalito electrónico de compañía y los miles de engendros más que han surgido al calor de este "impulso" creador. Así el diseño, que es creatividad pura, se pervirtió. Así fué como aparecieron los jacuzzis para 80 personas, los quesos en aerosol y las cremas lubricantes para el sexo anal con perfume de ananá. (Altamente contaminantes e insalubres)
Bruno Munari, artista y diseñador italiano muerto en 1998, escribió varios libros. Entre ellos "Como nacen los objetos" donde encontré la cita que aparece en la imágen de presentación y que me fascinó desde mi época de estudiante ya lejana en el tiempo. Las demoledoras frases de Munari sobre el lujo son aplicables 100% hoy en dia a la implacable sociedad de consumo que anda en busca de "innovaciones" no para el real progreso humano sino para el progreso de los bolsillos de los dueños del mundo. Ya habíamos hablado de una creatividad humanista y edificante que propende por el progreso del Ser humano integralmente con el medio en que vive o sobrevive. También hay una creatividad nefasta, que se ocupa de producir toda clase de porquerías desechables que aumentan la degradación ambiental, embrutecen a las personas y son vehículo de enriquecimiento ilícito para los gordos de bolsillos gigantescos que operan la dirección del mundo.
Si usted desea leer el libro de Munari en pdf puede solicitarlo a través de mensaje o comentario en este post. Si hay buena cantidad de solicitudes lo subiré con mucho gusto, de otro manera lo haré llegar al email personal del interesado.
Feliz dia del comerciante. Feliz dia de la secretaria. Feliz Navidad. Feliz , feliz, feliz......dia del consumo sin impuestos....ahahrghhh!!