EL LADRON QUE SE ROBO EL AMOR.

(imágen de Jean Jude Palencar)

Este día amaneció el mundo gris,cuadrático, con cara de plástico. No cantaron los pájaros y nadie reparó en que no había flores y los mustios árboles del asfalto medianeros, cargados de hollín, tampoco susurraron.
Cada cual salió de su casa con las facturas bajo el brazo o en la dura cabezota, dispuestos a cobrarlas. Las sonrisas brillaron por su ausencia y un olor metálico a odio concentrado voló por las calles en forma ignominiosa, tapando los ojos inertes con la venda de lo insensible, mojando los labios yertos con la saliva insípida de la hipocresía redomada, fluyendo por las narices con el olor eléctrico del hielo irreparable.
En las plazas, calles y autopistas el miedo se expandió como una nube gris y maloliente, separando los dos mil bandos, sembrando las miradas recelosas, inhibiendo del contacto con el otro, arrancando de raíz cualquier tierna posibilidad romántica, haciendo crecer la palabra artera y el insulto hiriente.
Al mediodia el pandemonium cotidiano iba in crescendo. Muertos , atracos , violaciones por doquier. La respuesta vengativa, la represalia, el ajuste de cuentas, la retaliatoria historia de todos los dias, cuajada de muertes estúpidas : muertes....muertes. Los avisos de “se busca “ y recompensa, los bandos , edictos , proclamas del odio universal, se mezclaban con las noticias de las guerras.
Lo único que podría cambiar este desastre sería capturar a ese perfido maleante que penetró subrepticiamente en nuestros corazones y se robó el Amor para venderlo al mejor postor, sin conocer que el Amor no tiene precio, no se puede comprar ni vender, que solo vale cuando está dentro de nosotros, seguro y abrigado, bien atendido. Fuera de nuestros corazones el Amor puede diluirse por falta de cuidados, puede evaporarse en las atmósferas letales en donde no hay flores ni sonrisas. Si el perverso maleante confiesa dónde lo tiene secuestrado podríamos tratar de revivirlo, pero ya casi nadie se acuerda de que existe y la vida se parece cada día más a una ruina de sí misma.